Los fármacos biológicos o anti-TNF han supuesto una revolución en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal moderada y grave, que no responde a los tratamientos convencionales.
Las terapias biológicas se obtienen a partir de organismos vivos mediante la biotecnología. Estas son eficaces para tratar los casos graves de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa debido a que ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes reduciendo los síntomas, las hospitalizaciones, las complicaciones asociadas e incluso el número de cirugías.
Actualmente también están disponibles en el mercado los biosimilares, debido a que la patente de los fármacos originales ha expirado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a pesar de que el biosimilar ha demostrado una eficacia y seguridad similar al medicamento de referencia, no son idénticos y por tanto, no intercambiables.
La sustitución de uno por otro debe ser controlada y debe quedar en manos exclusivamente del especialista. En este sentido, la decisión de cambiar un fármaco por otro no debe estar sujeta a motivos económicos, si no que la sustitución de un fármaco en un paciente con tratamiento estable debe ser una decisión compartida entre el especialista y el paciente.
Fuente: http://www.consalud.es
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