El trabajo analiza la formación del fosfato de calcio en el estómago, y su relación con el sistema inmunológico, en la aparición de colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) han participado en un estudio pionero acerca del origen de algunas enfermedades digestivas, y cuyos resultados han sido publicados en Nature Nanotechnology. El trabajo "muestra por primera vez una caracterización tridimensional del fosfato de calcio formado en el estómago, y que revela su estructura interna, morfología y funcionalidad real".
En una nota de prensa, la UCA explica que un grupo de científicos del Medical Research Council, del Reino Unido, liderados por el profesor Jonathan J. Powell estudia desde hace años la absorción de nutrientes en el estomago. En el último de sus trabajos han participado 16 instituciones de diversos países; entre ellas, la UCA, a través del investigador Juan Carlos Hernández Garrido.
Fruto de este trabajo se ha publicado un artículo en Nature Nanotechnology en que se analiza, desde una perspectiva "totalmente innovadora", la formación del fosfato de calcio en el estómago, su función y su relación directa con el sistema inmunológico, así como el origen de determinadas enfermedades digestiva, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, en lo que constituye "una nueva línea de investigación desconocida hasta la fecha y que a largo plazo podría derivar en algún tipo de fármaco que paliara los efectos de estas patologías".
Tal como expone el investigador Juan Carlos Hernández, "hasta ahora siempre se había trabajado en el análisis de nutrientes de origen biomineral, usando técnicas convencionales que proporcionaban imágenes bidimensionales o planas de estas partículas, algo que a estas alturas era ya insuficiente". No en vano, apunta, "los objetos en la naturaleza son tridimensionales; si quieres caracterizar hoy en día un objeto lo tienes que hacer intentando aproximarte en la mayor medida posible a su morfología real, a su forma de verdad, a su tamaño, a su geometría, y para ello hay que hacer una caracterización tridimensional".
Así, precisa Hernández, "los científicos del Medical Research Council precisaban esa caracterización tridimensional y yo podía darla, aunque nunca lo hubiera hecho con partículas de origen biológico hasta que me enfrenté a este trabajo". La realización del análisis en 3D se ha prolongado varios años y los resultados han sido muy satisfactorios.
Los investigadores "comprobaron que hay un efecto de mineralización en el que los iones de calcio y de fósforo se unen en el estómago formando fosfato de calcio, algo que no suponía ninguna novedad". "Lo verdaderamente nuevo era que esta visualización tridimensional reveló con una elevada resolución que, lo que se veía en una imagen convencional y que interpretábamos como una partícula densa y compacta, en realidad era una partícula con muchas pequeñas cavidades, es decir, existía una alta porosidad en su estructura interna", expone.
Al hilo, reseña que "lo más interesante de este punto es que esa porosidad abre la posibilidad de que, durante su formación por la unión de iones de calcio y de fósforo, puedan atrapar varios antígenos en su interior". "De hecho, sabíamos por trabajos de otros investigadores, que estas partículas de fosfato de calcio son consumidas por células del sistema inmunológico a través del tejido linfático que recubre el intestino", indica.
Un portador de antígenos
De esta manera, la propia partícula actúa como una especie de carguero o portador hasta lo que es el epitelio intestinal, el lumen, que es donde hay una estructura que permite la absorción de nutrientes.
Es decir, "el fosfato de calcio atrapa antígenos (y otras determinadas macromoléculas como las proteínas) y los lleva hasta esta parte del intestino, lo que se traduce en que estos biominerales no sólo ayudan a la absorción de nutrientes sino que son portadores de antígenos, por lo tanto son claves en la creación de un efecto inmunológico que no se ha podido ver hasta ahora", subraya Hernández.
Al respecto, detalla que este estudio "ha conseguido dar un paso más para conocer el origen de ciertas enfermedades, aunque aún queda mucho trabajo por delante para poder combatir estas patologías que parecen estar asociadas a una deficiencia en calcio".El hallazgo permitirá actuar sobre ellos a nivel farmacológico para evitar posibles brotes de artritis reumatoide o patologías digestivas crónicas, como la enfermedad de Crohn.
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Fuente: http://www.jano.es/